8 de agosto de 2010

La ventana rota

El tiempo se detuvo, se rompió mi ventana. La vida aguarda a que cesen los ríos plateados que la bañan. Amada amada ventana, ¿quien rompió tu aparente dureza? ¿Quién huyó sin dejarte sus huellas? ¿Por quién tiemblas cuando llega la noche? ¿Temes que vuelva?

Amada amada ventana, el rocío llena tus grietas. Pronto serás remplazada. No hay arreglo que valga. Lo siento. Siento no haberte cuidado de veras; amada amada ventana. Por fuera serás la misma… dibujaras días y noches sublimes, tan gloriosos como lo eran antes, mas serás otra, no miento. Serás otra, ventana. Y solo yo, y el maldito que te rompió, lo sabremos.

3 comentarios:

andrés dijo...

Uno desearia serle mas fiel, no darle la espalada y reemplazarla, hacer honor a su servicio, al tiempo compartido, al hecho que cumplio su tarea sin quejarse y que su estado atual no es para nada culpa de ella.. sin embargo la vida nos enseña que anda es para siempre...

Un abrazo J.

KagosaVampire dijo...

cuando algo se quiebra y se pega, siempre quedan las marcas...

Pablo Vargas dijo...

Me gusto la metáfora, o la manera en que creí que intentaste hacer que leyéramos entre líneas...

El problema de las heridas, es que solo pueden ser curadas con el tiempo. Y cuando estas son el corazón, es complicado, porque no puedes quedarte esperando a que sane, sentado, como sucede cuando te lastimas una pierna, tienes que seguir caminando, no se nota la herida, pero hasta la menor brisa es capaz de lastimarlo...

Como tu ventana, el corazón es imposible reemplazarlo, se pegan las partes, pero siempre sabremos que alguien le hizo un daño. Nos impide esto seguir adelante con nuestra vida? En lo más mínimo. Cuando el tiempo pase, será como una cicatriz, que ya no duele, pero siempre contaremos con buen humor que fue lo que nos paso...

Un abrazo amiga!!

Nos seguimos leyendo...

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