27 de marzo de 2010

Porfía Eterna

Un brote de sueños plagó mi esperanza, sobre-oxigenó mi alma y cultivo quimeras en mis metas.
¿De donde salió? ¿Por que me escogió a mi? Acosó mi alma con idilios que envenenaron mi razón mientras dormía, ¡sin remordimiento alguno!

Maldito veneno, hacedor de tristeza. A ti te hablo. Sal de mi alma con tus engendros. Sal y no vuelve, brote de sueños. Pelearé si combates mi ruego con resistencia. Botaré las murallas de suspiros que has hecho y te hostigaré hasta que cedas, infausta. Lo haré hasta que mi alma sea mía o sea tuya. Tormenta o desierto, sea lo que sea.

Por el momento, adiós. Reuniré fuerzas.

4 comentarios:

Pablo Muñoz dijo...

que sea un hasta luego, no un adiós definitivo.
Que aquella ilusión infame pueda salir por los poros y hundirse en el fondo de la tierra que cubre de polvo nuestros pies al caminar. Que aquella utopía pérfida pueda quedar develada en su maldad y tome otros rumbos.
Que la alegría te cubra como el bálsamo que usamos para limpiarnos, que la felicidad te empape como una tormenta de lluvia, llevándose todo aquello que hace soñar y por ende, sufrir.

Un beso desde Chile

nicol dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Joha dijo...

Si alegría y fuerza son dos elementos de los que no escribo usualmente. Quizá porqe carezco muchas veces de ellos.Pero si... hay que luchar contra lo qe intenta destruirnos desde adentro porque es lo más peligroso.

Gracias por seguir visitando mi blogcito jajaja Un beso grande desde mi amada y pequeña Costa Rica.

©Torneo de Caballeros (Moderador) dijo...

Buen desafío joha.
Mucha Suerte

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