15 de enero de 2010

La película de la vida

Despedidas, bienvenidas, alegría, llanto. Tanto drama, comedia y suspenso mueve nuestras vidas , que nos convertimos en películas a tiempo real, historias andantes que gobernamos con la misma firmeza y pasión con la que sostenemos un lápiz cuando creamos textos.

Hermoso es saber que podemos cambiarla... que el fin siempre puede ser modificarse a diferencia de de lo que vemos en el cine y la tele. Somos directores, creadores, haciendo elipsis pasionales en nuestra mente. Somos creativos ingeniosos, logrando suprimir sentimientos terribles que azotan nuestra vida en los momentos tenebrosos. Somos hábiles y positivos editores, en busca de instantes felices para moldearlos como recuerdos de nuestra historia.

Películas vivientes...

¿Quien querría ver nuestra vida? Aveces me pregunto si la mía es merecedora o no de un Oscar, o si apenas llegaría a ser una tragicomedia de Warner Channel.

Lo que si sé, es que cada escena que vivo trato de no arruinarla... porque sino al final, mi mente trabajará horas extra tratando de editarla decentemente sin éxito.

Cada secuencia la marco con metas, objetivos, desde los más simples y banales hasta los más complejos y locos. Desde sonreir más a mis compañeros hasta comprender porqué pasan muchas noticias... Desde no saltarme un alto hasta filosofar porqué morimos.

En fin, vivir con pasión nuestra película no es obligatorio, pero al final... todos tendremos que vivir sus climax, resolver sus conflictos y analizar todas las situaciones. Todos nos encariñaremos con el personaje principal, y sufriremos al conocer su final. Todos nos daremos cuenta con el tiempo quienes eran los actores de soporte, quienes eran solo secundarios y, si tenemos suerte, desenmascaremos a más de un antalogista.

Pero mientras tanto, podemos ir alimentando este enigma de vivir con historias maravillosas que haran nuestra cinta más entretenida, y... con algo de suerte y reflexión, cuando ya vaya avanzada, ponerle un buen nombre a nuestra película. De preferencia, magistral y envidiable.

Aun yo no lo encuentro, quizá más adelante... lo único que espero, por el momento, tener suerte y energía para terminar con éxito mi película.

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