7 de julio de 2010

Duda

La diferencia entre romperse una pierna y romperse el corazón, es que la primera debe sanar para seguir caminando... con un corazón roto, no pasa lo mismo. Se puede seguir e inclusive vivir toda una vida teniéndolo roto, y lo peor es que sana... pero sin haberlo puesto en su lugar, es decir, cicatriza y se sella aun estando quebrado por dentro. Suena feo, pero no duele tanto, está cubierto, y casi luce como un corazón normal. Creo que eso fue lo que yo hice... y es aquí donde nace mi duda:

Cuando esto pasa, cuando un corazón sana incorrectamente, ahora sí que funciona similar a los huesos. Si un hueso se quiebra, y no vamos a que el doctor nos los monte y lo coloque en su lugar de nuevo, vivimos con la certidumbre de tenerlo roto. Es más, sobrevivimos con el dolor ocasional que amenaza cuando hace frío, cuando el aire helado se cuela por las quebraduras, llegando hasta lo profundo, pasando con facilidad cualquier tejidos superficiales. Y en ese momento nos duele más que nunca, y nos quejamos, -que mierda, mejor lo hubiera arreglado en el momento- decimos, pero no hacemos nada, y esas palabras no pasan de ser quejas que se disipan cuando el dolor cesa.

Dicen que si no te arreglas, por ejemplo, un hueso quebrado y dejas que sane mal, te deben quebrar de nuevo para montartelo bien otra vez, y... bueno, eso tiene mucho sentido, pero... si así es la cosa, es una mierda... Es mucho el riesgo. Creo que sería una locura quebrar de nuevo mi corazón para montarlo correctamente. Pero no sé, tal vez no lo sea. Solo sé que los pro y los contras son tan grandes y competitivos que pelean en mi mente hasta en mis sueños.Por un lado podría tener un corazón sólido y sin quebraduras si tengo éxito, pero por otro, podría pasar que la operación no salga bien y me lo rompa definitivamente sin remedio. ¡Qué mal! No crean que estoy demasiado literal sin ningún sentido, para sanar un corazón debemos ver la herida y para verla, hay que abrirlo, literalmente.

No sé si quizá sea mejor tener un corazón deficiente, que funcioné apenas para las labores básicas de supervivencia, que arriesgarse a tener uno roto -con posibilidades limitadas de arreglo-que podría ennegrecer todo el mundo y hasta matarme. ¡Qué va! mucho el riesgo.

Pero bueno, eso pasa cuando no arreglamos todo como se debe; cuando esperamos a que sane mal algo por tenerle miedo al sufrimiento. Pero... ¡qué peor sufrimiento que la quebradura! ¡Ese es el momento indicado!, aunque duela, hay que hacerlo para sanarlo correctamente. ¿No odian cuando se aprende demasiado tarde? Cuando la solución original se ve tan fácil y viable, pero está en el pasado.... Mal. A estas alturas, está complicado. Pero di, c´est la vie ¿no? Pero aun me queda la duda: valdrá la pena arriesgarse. ¡Qué miedo!

3 comentarios:

andrés dijo...

En asuntos del corazon no existe tal cosa como aprender temprano, siempre es prueba y error, no podemos preveer a donde nos va a llevar y cuando este se engacha a alguien no podemos contenerlo, es una bestia suelta que palpita duro y fuerte.

Un corazon a veces no sana correctamente pero esta en nosotros ayudarle a andar de nuevo, aunq cojee por un tiempo - no dejarse matar, no morir.

Es inevitable.

Buen post chica, un abrazo grande

Cyn Salgado dijo...

Excelente post! La verdad yo me cansé de andar con el corazón quebrado, decidí dejar que se curara solo, pero ahora tengo un miedo terrible de dejarlo salir, y buscar, porque el corazón quiere lo que el corazón quiere! Debe ser que no ha sanado del todo, porque todavía estoy aterrorizada...

La Maga Maggie dijo...

Me he roto el corazón muchas más veces de lo que me he roto un hueso. tal vez, haya curado mal, porque esas cicatrices muchas veces me escuecen. Ahora pienso que podré seguir y que no me lo volverán a romper, pero luego se demuestra lo contrario...Como consuelo, cada vez que se me rompe tarda menos en recuperarse...

Un saludo

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