8 de marzo de 2010

Calles sin esperanza

Me desilusiona tanto salir a la calle.

La semana pasada iba por San José. Llovía. Hice un ALTO. Yo cantaba al compas de Miguel Insulza, extasiada por la lluvia que represcaba el ambiente. Al mirar a un lado vi a una viejita en la calle, debajo de un techillo con una bolsa. Me miraba tan fijamente, y yo no me habia dado cuenta. Yo en mi carro esperando el verde, y ella en la calle con un "rojo" eterno. La vida así no avanza, se pierde.

Otro día vi a una muchacha embarazada vendiendo flores marchitas en la noche. Estaba tan embarazada, y yo igual... en mi carro esperando el verde.

Tantas cosas, y lo peor que no son casos aislados. Siempre paso viendo viejitos tratandose de bajar de buses, mientras que muchachos apáticos los ven. Siempre veo niños pidiendo en la calle, ancianos durmiendo o vendiendo chucherias en la calle y jovenes en drogas.

¡Qué desilusión de sociedad! Donde tiramos nuestros ancianos a la calle. Donde un joven no ayuda a bajar a una ancianita el bus sino que le tiende la mano a la puta que anda tacones demasiado altos para ver abajo. Donde las oportunidades escasean para los jovenes y puestos del gobierno estan inundados por gente mediocre.

La calle es cruel, duele verla. Son las venas de la sociedad, que están obstruidas, sucias, reventadas. Venas que nos ensucian la vida, nos carcomen el espiritu, nos destrozan el alma.

¿Cómo podemos quejarnos de nuestras vidas si hay tanta gente en la calle sobreviviendo? Lo que pasa es que nunca miramos al lado. La gente le vuelve la cara a la indigencia, al trabajo infantil al maltrato de adultos mayores. Como si no existieran los ignoramos cuando nos piden, cuando nos ven a los ojos. ¿Quienes somos para volverle la cara a alguien? No somos la misma sociedad que permite y fomenta este tipo de marginalidad.

Cada vez que veo a una persona volviendole la cara a un indigente o a un trabajador callejero, me dan ganas de abofetearlo. ¡Qué cólera! Pues bueno, hoy mi post no es tan personal, usualmente esto lo escribo en el otro blog. Pero tocó, estalló mi olla mágica de la cordura y la pasividad por culpa de estas calles de San José.

Me pregunto para que arreglan tanto parque, tanto boulevard si lo que tienen que arreglar es la situación de la gente para que no caigan más en la indigencia, el trabajo informal y la des-protección de la tercera edad.

7 comentarios:

Amorexia. dijo...

la calle es una jungla, y todos somos presas o depredadores en ellas, no me dejo llevar por sentimentalismos, me duele lo que veo, pero no es dando que se va a solucionar, la solucion es mas integral... como decia mi abulita, para que confites en el infierno? de nada sirve una moneda para esta gente, hay que enseñar a caminar... que hago yo? que haces tu? puede que nada y puede que la diferencia.

Joha dijo...

Si. Concuerdo contigo, y me gusta el refrán de tu abuelita :) Lo que me molesta es ignorar cuando alguien dirige la palabra o hacerse de la vista gorda al problema, que es integral como dices... No me regañes jajajaja :)

Es desilusionante que la sociedad castigue a quienes golpea. Es desilusionante ser impotente.

Joha dijo...

No hay solución para que haya ricos debe de haber pobres, no existe un equilibrio perfecto... No se puede dar, siempre habrá ganadores y perdedores en cualquier ideología. Solo que si es muy hipócrita criticar lo que uno ayuda a fomentar.

Si abandonamos la humanidad, el futuro cada vez va a ser peor. Siempre habrá perdedores y ganadores, pero no debemos revictimizar y dañar más a los marginados socialmente. no?

Pablo Muñoz dijo...

Bueno, creo que siempre hay ganadores o perdedores no se si sea asi. John Nash estaría de acuerdo conmigo en que también existe el empate y todos los jugadores ganan. Creo que las sociedades si tienen la voluntad y los actores políticos, sociales y económicos se puedan poner de acuerdo en hacer un empate, no habrían ganadores ni perdedores, sino que solo ganadores, aunque algunos no ganarían tanto como quisieran y los que ganan mucho perderian mas de lo que quisieran. Por algo habría que empezar. En eso Japón dio el ejemplo luego de la segunda guerra mundial, aunque después de todas formas se metió a la guerra social fraticida de ganadores y perdedores.
En Chile el desequilibrio es abismante, por algo es un país fracturado socialmente.
Lastima que los abuelos luego de tanto que le han dado a los países terminen siendo olvidados, silenciados e invisibilizados.
Para que los marginados dejen de ser tal, tenemos que ser la voz de ellos, para exigir los derechos que les corresponden. A ellos el gobierno no les escuchará, a nosotros, puede que si.

un beso

Joha dijo...

John Nash jajaja. Como dices, para eso se necesita voluntad, pero quien quiere ceder si sabe que va a ganar. Si todos supieramos que tenemos oportunidades de ganar o perder, pues si. Muchos buscaríamos opciones seguras, pero los ricos saben a lo que van, no tienen dudas que el aparato político-económico les ayudara a lograr su cometido, hacer dinero. No pasa lo mismo con inversiones riesgosas para "nuestros gobernantes" como las de los pobres o clase media baja. Así el Estado apoya para que los ricos hagan dinero y estos no van a tener voluntad de un empate si ya tienen la plataforma para el gane. Es difícil romper privilegios estratificados si el Estado mismo los promueve y mantiene.

Joha dijo...

Y lo de inversiones riesgosas es ironía... :) por si acaso...

©Torneo de Caballeros (Moderador) dijo...

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